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viernes, 17 de noviembre de 2017

Fuiste

Fuiste eterno, eterno en mi mirada y  en mis horas de desvelos.
Fuiste magnánimo, inmenso en mi memoria y en mis ansias de rebeldía.
Fuiste único por horas, y compartido a lo largo de nuestras vidas.
Fuiste amado en silencio, y a gritos cuando nuestras pieles se rozaron.
Fuiste padre, esposo y amante.
Fuiste sal en las comidas más insípidas, y oxígeno cuando me asfixiaba.
Fuiste tú cuando no pude ser yo.
Fuiste eso, nada, en medio de mi existencia.
Fuiste porque ya no eres.
Fuiste cuando esta mañana incineraron tu envejecido cuerpo.
Fuiste y yo no fui a darte el último adiós.
Fuiste porque existimos.
Fuiste cuando corte cebollas para poder llorarte sin que se notara.
Fuiste porque fuimos y nunca nos lo dijimos.
Fuiste y nadie lo supo.

Fuiste porque yo sin ti, ya no seré.





























Escrito y fotografía por: Ana Isabel Fortes Ponce

Rejón con Tomate

Es como sale mejor. Recuérdaselo a la niña que está en la edad de olvidarlo. Enséñaselo al pequeño que todavía no entiende mis palabras. El rejón con tomate queda en su punto cuando la mar está enfadada. Y es que el sentir del sur tiene ese don para mejorar el plato estrella del abuelo, que por irreal nunca probasteis ni tú ni tus hermanos. Pero ese imaginar el sabor de aquel manjar os mantuvo entretenidos en las horas de hambre de aquellos años. Ahora que la crisis ha secado tu nevera hija mía, te toca a ti llenar la barriga de mis nietos con la ilusión de que, cuando el panorama está tan escaso, en casa se come el mejor rejón con tomate.

Escrito por: Ana Isabel Fortes Ponce