Fuiste
Fuiste eterno, eterno en mi mirada y en mis horas de desvelos.
Fuiste magnánimo, inmenso en mi memoria y en mis ansias de
rebeldía.
Fuiste único por horas, y compartido a lo largo de nuestras
vidas.
Fuiste amado en silencio, y a gritos cuando nuestras pieles
se rozaron.
Fuiste padre, esposo y amante.
Fuiste sal en las comidas más insípidas, y oxígeno cuando me
asfixiaba.
Fuiste tú cuando no pude ser yo.
Fuiste eso, nada, en medio de mi existencia.
Fuiste porque ya no eres.
Fuiste cuando esta mañana incineraron tu envejecido cuerpo.
Fuiste y yo no fui a darte el último adiós.
Fuiste porque existimos.
Fuiste cuando corte cebollas para poder llorarte sin que se
notara.
Fuiste porque fuimos y nunca nos lo dijimos.
Fuiste y nadie lo supo.
Fuiste porque yo sin ti, ya no seré.